Soy Cristiana desde hace 25 años y tengo sólo un arrepentimiento. No era más fiel a Dios.
En verdad, intenté desesperadamente vivir una vida de perfeccionismo y fracasé miserablemente. Esto, mientras exigía a otros que cumplieran con normas que ni yo podía alcanzar…bastante farisaico. ¡Sí! La única cosa que me descalificó de ser miembro del Sanedrín en el Testamento Nuevo era mi sexo… me aparto del tema.
Esta entrada se basó en una conversación reciente con alguien. De repente, las conversaciones habían cambiadas de conversaciones platónicas a más que las quise ser. Más que estaba cómoda oír. Ahora, durante el año pasado, había acogida la atención y los detalles de esa conversación. Tengo que confesar que era posible que yo hubiera reído y que lo alenté también. Y al hacerlo, yo hubiera sabido que era un ejercicio fútil para tentar a la puerta del oído. Estaría alimentándome cosas que disminuirían mi propósito y contaminarían las mismas cosas que Dios me advirtió guardar.
No obstante, cuando las conversaciones cambiaron, mi corazón empezó a gritar ruidosamente: Tengo una inclinación a Dios y a las cosas de Dios y nada la cambiará. Era tan fuerte en mi espíritu y por eso empecé a decirlo en voz alta aun cuando no había nadie a mi alrededor. Pues, ¿Qué había cambiado?
Querido lector mío, el mayo de 2019 era mi momento crítico. ¡Decidí que no más! Nunca más seguiría con una vida inmoral mientras estaba trabajando por Dios sólo porque los ojos humanos no podían verlo. Ya no puedo estar satisfecha con la mediocridad. Supe perfectamente como me sentía cuando estaba caminando muy cerca de Dios, y había caído muy lejos de ese nivel. Así que, le pedí a Dios que me quitara las cosas que no podría ceder por mi cuenta. ¡Y, dios está dando la respuesta a esa oración! La gente, los lugares, las cosas, y las actividades, que, aunque no sean malos inherentemente, ya no eran conveniente. No facilité el proceso porque soy de muy fuerte carácter. Sin embargo, llegué al lugar donde todo lo que quise era y es Jesús. ¡Nada entre Jesús y yo! Llegué a tener más hambre que siempre.
A pesar de estoy, estoy muy lejos de ser ideal. En realidad, estoy perfectamente imperfecta, todavía estoy fracasando de vez en cuando, pero…mi afición es diferente. Y estoy muy contenta con esto. Ahora, mi identidad está solamente en Jesús y no está en mis logros ni en mis debilidades. Aunque, supe que estaba creciendo espiritualmente, y que tendría más enfoque en Dios, Él utilizó esa conversación para mostrarme mi corazón. ¡Que escandaloso! Finalmente, mi corazón está donde fue creada para estar…en comunión dulce con Dios. En un lugar más maduro, un espacio liberal donde, no hay ningún precio demasiado alto que puedo pagar para permanecerme en Su presencia.
Recuerdo declarar repetidamente a mi misma, a la persona, al silencio ensordecedor durante mis caminos de la madrugada, en mi tiempo devocional, al ducharme, mientras estaba conduciendo: ¡Tengo una inclinación a Dios! ¡He REZADO DEMASIADO, HE LLORADO DEMASIADO, HE CAMBIADO DEMASIADO Y no voy a regresar de donde estoy procediendo!
No, no soy perfecta. Simplemente tengo una inclinación hacia Dios…
¿Cuál es su estado civil?
GMW
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